Inmaculada Amor (Palencia, 1978) es una escultora española cuya relación con el arte comienza en el taller de forja de su padre, donde aprende a trabajar el hierro y descubre la versatilidad de este material aplicado tanto a objetos cotidianos como a piezas artísticas. Se licenció en Historia del Arte y se especializó en escultura y joyería, disciplinas que articula de manera coherente dentro de su práctica creativa.

Vinculada al mundo artístico desde muy joven, comenzó a realizar sus propias piezas a los 16 años, inicialmente en hierro y posteriormente incorporando otros materiales. Su obra destaca por las esculturas en hierro y por una línea de joyería contemporánea realizada con materiales no convencionales. Sus creaciones se inspiran en las fuerzas de la naturaleza (como el viento, las olas o las nubes) y en conceptos vitales que traduce a formas geométricas depuradas. Las piezas de Amor establecen un diálogo sutil con el espacio, proponiendo composiciones abiertas que invitan a una interpretación personal y subjetiva por parte del espectador.