Rufino Tamayo
Rufino Tamayo
Oaxaca de Juarez, 1899
El artista zapoteca Rufino Tamayo emigra a México en 1911. Tras asistir a clases nocturnas de pintura, Tamayo entra a la Academia de Bellas Artes de México en 1917, pero la abandona unos pocos meses después para trabajar como pintor autodidacta. Le nombran jefe de la sección de dibujo etnográfico en el Museo Nacional de Arqueología de México; puesto que determina su toma de conciencia de las fuentes del arte mexicano. En 1926, Tamayo se instala en Nueva York, donde vivirá por periodos durante más de veinte años. El artista ocupará numerosos puestos de profesor de pintura tanto en su país de origen como en Estados Unidos y participará, al mismo tiempo, en numerosas exposiciones colectivas nacionales e internacionales.
Su obra gráfica es muy amplia: litografías, grabados, mixografías (que conjugan las dos técnicas precedentes). Rufino Tamayo es uno de los primeros pintores con dimensión internacional de América latina. Participó en la revolución plástica de Europa a principios del siglo XX, y tras su muerte fue fundado en su ciudad de origen un museo que lleva su nombre y que reúne numerosas obras suyas e importantes objetos prehispánicos.